Desde septiembre de 2021 NAU Escola ofrece también la etapa de Educación Secundaria Obligatoria.

El centro cuenta con la homologación de la Conselleria d’Educació.

Han sido muchos los motivos que nos han llevado a ampliar nuestra escuela para incluir Educación Secundaria, pero queremos destacar sobre todo dos:

• Ofrecer a los y las jóvenes de entre 12 y 16 años una educación realmente respetuosa con sus necesidades, estilos de aprendizaje e intereses en un entorno donde se sientan acompañados emocional e intelectualmente.
• Nuestros diez años de experiencia acompañando niños y niñas de educación infantil y primaria nos llevan al convencimiento de que nuestra metodología no solo es posible sino muy beneficiosa también en secundaria.

Esta etapa del crecimiento se caracteriza por la transformación constante, que llega a las diferentes dimensiones de los chicos y de las chicas: lo emocional, la biológica, lo social, lo intelectual y lo espiritual/trascendente.

La adolescencia es el tiempo del inicio de la fertilidad y de la transformación del cuerpo, de la construcción de la identidad personal y de la inmersión en la investigación de quién soy, de la construcción del pensamiento crítico y de la capacidad más profunda de investigación, de la conciencia de la mirada hacia adentro en permanente contraste con lo que hay afuera, que incluye la mirada crítica frente al mundo adulto y la investigación del modelo del mundo que quiero. Es el tiempo para conquistar la plena autonomía, la expresión de las capacidades individuales y de grupo, así como el descubrimiento de la potencia transformadora frente a un mundo que nos empieza a invitar y a necesitarnos en su construcción permanente. Estas nuevas circunstancias posibilitan situaciones de aprendizaje muy ricas, diversas, profundas y transformadoras.

En esta etapa el chico y la chica van tejiendo un recorrido genuino incorporando intereses que les son auténticos, creando así su itinerario formativo y vital propio. El acompañamiento de la familia y del equipo se fundamenta en el diálogo constante con aquello que los chicos y chicas viven, aquello que les inquieta y/o despierta interés más allá del momento presente.

Partimos de aquello que ya existe para ir a encontrarnos con lo que se desconoce y que tanto llama la atención del adolescente. Este todavía necesita que las relaciones con el adulto puedan sostenerlo y acompañarlo en las situaciones que vive. La claridad en los límites, la confianza, el respeto de la intimidad y el reconocimiento de la identidad son aspectos especialmente necesarios que los adultos que acompañan los chicos y las chicas que transitan la adolescencia deben que mantener; tan necesarios como la acogida (y recogimiento) en espacios y tiempos de calidad en qué poder compartir y acompañar la intensidad, la plenitud y la reflexión sobre las vivencias, así como la incomodidad de los tiempos de vacío, de duda, de incertidumbre, de miedo.

En la etapa de la preadolescencia y la adolescencia, se pasa a mirar el mundo de las relaciones de manera consciente, clara y prioritaria. El otro se convierte en una fuente de conocimiento, de contraste, de situaciones, de emociones, etc., todas ellas irresistibles. El conocimiento, la responsabilidad, el compromiso y, en general, la autoregulación de cada adolescente hacia el lugar que ocupa en el otro y en el grupo son investigaciones y aprendizajes naturales de esta etapa vital. Por lo tanto, debemos ofrecer oportunidades y espacios que sean ricos en relaciones, donde sean respetados los tiempos, los ritmos y las formas tanto individuales como las que parten de la construcción colectiva.

Para construir la identidad personal hay que cuestionar lo que se conoce hasta ahora y también incorporar nuevas miradas. Es por eso que ponemos la atención en los vínculos, en las interacciones, en los roles que genera el grupo, que generan las individualidades encontradas y las propuestas; acompañamos y cuidamos que el grupo se viva con la intensidad que permite el descubrimiento de un mismo y del otro.

Hay necesidades en la etapa de la adolescencia que quizás no se pueden contemplar o cubrir desde este proyecto, como por ejemplo los cambios en los biorritmos. Ciclos más largos que en etapas más tempranas, cambios al estar más activos/despiertos/enérgicos en horarios nocturnos… A pesar de que como proyecto no nos podemos adaptar tanto a la necesidad individual, sí que podemos asumir el compromiso de tener en cuenta, cuidar y dar ciertas herramientas para contemplar estos cambios y necesidades.

1. Acompañar al alumnado a seguir sus intereses de aprendizaje fomentando la responsabilidad y el compromiso y facilitando el desarrollo de sus potencialidades.
2. Fomentar el desarrollo integral del alumnado teniendo en cuenta la parte racional, emocional, corporal y espiritual.
3. Desarrollar las competencias básicas.
4. Abordar el currículum desde las inteligencias múltiples.
5. Desarrollar herramientas por el autoconocimiento y el autocuidado.
6. Desarrollar compromisos por la cura de las otras personas, del entorno y para la mejora de la sociedad.

Nos encontramos en un momento de crisis civilizatoria (C. Naranjo) y de crisis energética y de materiales, un momento clave en el que la humanidad debe hacer un giro para no llegar al colapso (Y. Herrero).

Queremos poner nuestro grano de arena potenciando una educación respetuosa que ayude a formar personas respetuosas con ellas mismas, las demás y el entorno, personas conectadas con ellas mismas que tengan la oportunidad de desarrollarse a nivel integral (corporal, emocional, racional y trascendente). Queremos acercarnos a ser el cambio que queremos ver en el mundo, por eso partimos de los siguientes valores:

• Cuidados en el centro: Cuidado hacia uno/a mismo/a, los demás y el entorno.
  • Ecofeminismo.
  • Responsabilidad individual
  • Responsabilidad grupal
  • Responsabilidad hacia la cultura y la lengua (entorno local)
• Desarrollo integral de la persona (mental, emocional, corporal, espiritual -material).
  • 3 cerebros, racional, mamífero y reptiliano. Integrar parte racional, emocional e intuitiva
  • Sociedad como organismo / crisis de la civilización
  • Coeducación / perspectiva de género
• Educación como herramienta de transformación social
• Creatividad
• Participación y autogestión
• Diversidad
• Consumo responsable
• Acompañamiento respetuoso
• Paz
• Mirada sistémica

AUTONOMÍA Y LIBERTAD. Conexión con el deseo y la dificultad.

El protagonismo del chico y de la chica es vital en la experiencia, es por eso que en el descubrimiento e investigación de los aprendizajes partimos de la voluntariedad de las acciones, la libertad, la responsabilidad y el compromiso con un mismo y con el grupo fruto de la decisión propia. El adulto pone al servicio del chico y de la chica herramientas para la planificación, la investigación, la reflexión y el cuestionamiento de aquello que está captando su interés.

La actividad espontánea es la que se inicia por el interés que tiene el chico y la chica, fruto de inquietudes personales o del grupo, y también como resultado de la interacción con los materiales y los espacios. Esta actividad puede acontecer una propuesta estructurada, pues puede tomar forma de investigación o de taller donde profundizar la experiencia.

Los materiales y las propuestas se diseñan a partir del currículum de la ESO. Así mismo iremos generando material para la autoevaluación, de forma que en cualquier momento, si el chico o la chica tiene el deseo o la necesidad de contrastar los criterios de la educación formal, tiene estos materiales a su alcance.

La actividad estructurada es la que prepara el adulto y se lleva a cabo por medio de su mediación. Esta actividad es diversa, tanto en cuanto al adulto que acompaña (puede ser miembro del equipo, colaborador, o madre/padre del proyecto), como también respecto de la forma (tipo de sesiones, según duración y organización) y las herramientas empleadas, interdisciplinarias y transversales, a pesar de que puedan nacer u orbitar en torno a una área o disciplina concreta.

El concepto de viaje está integrado en la dinámica de esta etapa porque permite conocer otras realidades, otros lugares y otras personas con quién compartir y generar situaciones y vivencias interesantes. Otra manera de como entendemos el viaje en esta etapa en especial es la de acoger propuestas que vienen de fuera, colaboradores que quieren compartir alguna vivencia, experiencia o visión con el grupo de adolescentes dentro de la dinámica de la escuela.